domingo, 25 de mayo de 2025

La Capilla del Instituto San Isidro

La capilla del Instituto San Isidro perteneció a la Real Congregación de Nuestra Señora de la Concepción. Esta congregación estaba adscrita al Colegio Imperial y había surgido al amparo de los jesuitas. Se fundó en torno a 1603 0 1604 y contaba con esta capilla propia en el patio de Los Estudios.



Capilla del Instituto San Isidro, acceso por el patio


 De la importancia que tenía la congregación nos habla el hecho de tener un organigrama directivo muy amplio y complejo. Esta dirección  estaba presidida por un prefecto eclesiástico, siempre jesuita, y un prefecto secular. También, nos hace referencia de su importancia la cantidad y calidad de sus congregantes entre los que se incluía a la Familia Real, nobleza, artistas, impresores …etc. El rey era protector perpetuo, título que adquirió Felipe IV cuando ingresó en 1642 junto a su hijo el príncipe Baltasar Carlos.

Otro de los hechos que nos revela su  importancia es la gran cantidad de encargos artísticos  que hacían Y que suponía unas buenas  fuentes económicas así como por la gran cantidad de obras benéficas siendo para los presos, esto ultimo la verdadera  misión que se impusieron los congregantes.

Interior de la capilla del Instituto San Isidro

La convivencia de la En el mismo centro congregación y de los Jesuitas  fue siempre buena;  la congregación participaba en actividades del Colegio y los jesuitas ayudaban en lo posible a la congregación. Tan solo existió alguna contienda a mediados del s. XVIII sobre el uso y la titularidad de la Capilla aunque al final la congregación mantuvo sus derechos sobre ella

Tras la expulsión Carlos III de los jesuitas por en 1767, la congregación arrastrada se va a ver por la ruina de la Compañía Jesús. Apelarán de a la justicia para reclamar sus derechos  sobre la  capilla aludiendo  a su independencia de los jesuitas, sin embargo, no van a ser oídas sus peticiones e incluso se les calificará de "ilegítima congregación clandestina".

Los planes de Carlos III eran bien claros. El ideal de la Ilustración invade en las mentes de los gobernantes y su implantación debe llegar a todos los estratos y estamentos sociales empezando por la Iglesia. El monopolio educativo de la iglesia se acaba y la tutela real se hará cargo de ella. El Colegio Imperial, único centro docente de Madrid, es objetivo directo de estas medidas y así en 1771 desaparece el Colegio permaneciendo los Estudios Reales de 1625 que Carlos III ampliará. De esta forma, la antigua capilla de la Congregación pasará a ser capilla de los nuevos Reales Estudios. 

Si  la capilla sobrevivió a la congregación también la precedió, es decir, la antigua capilla fue construida en el s. XVI y no expresamente para la congregación. Posteriormente, cuando se instalan en el Colegio, la capilla pasará a formar parte de la Congregación. Sobre esta primitiva capilla hay ejemplo sus pinturas en la Ermita de la Virgen del Puerto.

En 1726, Delgado termina el fresco de la bóveda. Su obra fue de tan gran agrado que ese mismo año se le encarga pintar las paredes de la capilla de imposta para abajo representando los misterios de la Virgen. Esta obra duró hasta 1730, sin embargo, actualmente no nos queda nada de ella.

El 26 de Mayo de 1730 se inician los festejos para inaugurar la nueva capilla que ha perdurado hasta nosotros. Tras la expulsión de los jesuitas y la disolución de la congregación por Carlos III tenemos pocas noticias sobre la capilla. A principios del s. XIX se convirtió en Salón de Actos aunque con el regreso de los Jesuitas volvió a su función. 

Fotografía tomada en las primeras décadas siglo XX
en 1903 se inauguró como salón de actos

Tras la definitiva expulsión de la Compañía del centro, la capilla volvió a ser Salón de Actos de la recién creada Universidad Central. En 1881 se celebró en ella el Centenario de Calderón de la Barca. 

Se utilizó, también, para impartir clases tal como nos lo cuenta Pío Baroja en "El Árbol de la Ciencia", incluso en su sacristía se estableció el laboratorio de Química. Fue después de la Guerra Civil cuando volvió a su antigua función manteniéndose hasta la actualidad. 

Los  Frescos de la bóveda de la capilla

La bóveda de la capilla está divida, claramente, en dos -partes. Un fuerte entablamento,  sujetado por columnas salomónicas azules, divide la parte inferior de la bóveda, en la que el pintor creó una galería arquitectónica de formas muy rotundas, con la superior que se asemeja a un techo abierto al cielo con la intención de crear una profundidad visual. 

Vista general de la cabecera del Fresco de Juan Delgado

La arquitectura, representada en la parte inferior, posee, en sus formas, un claro gusto barroco, es una gran puesta en escena, es un autentico decorado teatral. Sin embargo, no se puede negar claras reminiscencias clásicas en su configuración, con sus formas rotundas y su predominio de las líneas rectas, solo roto por el juego de guirnaldas doradas, medallones, y otros motivos decorativos como son los ángulos donde están  representadas las  águilas bicéfalas imperiales. En esta galería están representados un total de 17 santos fundadores, de los cuales, solo dos son mujeres, y, como tales, colocadas, por deferencia, en la cabecera de la capilla. 


Cabecera con Santa Teresa de Jesús, Palas Atenea, Judit con cabeza de Holofernes en el medallón circular y Santa Clara

el Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, su santo fundador, San Ignacio de Loyola, no está colocado en un lugar privilegiado como es la cabecera de la capilla, sin embargo, su colocación tampoco está exenta de privilegio ya que, al entrar en la capilla por su puerta lateral, la parte de la bóveda que más se ve no es la cabecera sino su lateral derecho. Justo enfrente de la puerta de entrada está representado San Ignacio junto a los fundadores de las ordenes más importantes: dominicos, agustinos y franciscanos.

Virgen del Rosario sobre arbol de Jesse se representan en medallones los reyes de Israel
Debajo San Agustín, Santo Domingo, San Francisco de Asís y San Ignacio de Loyola

Encima del frontón del altar mayor, se encuentra una figura muy discutida: una mujer con casco (en el que lleva un animal simbólico parecido al dragón del escudo del Instituto), lanza, escudo, ropaje guerrero, apoyada en el escudo de España y a sus pies una esfera armilar. Esta figura bien podría tratarse de la misma Atenea como de cualquier otra figura mitológica que simbolice la ciencia o la sabiduría. A su lado se encuentra la inscripción latina: "REG. ARCHIG YMN. MATRIT. A CAR.TIT RESTIT. ET AUCTUM", es decir, "Reales Estudios Superiores de Madrid, restaurados y ampliados por Carlos III". Se trata de una inscripción posterior a las pinturas de la bóveda; Carlos II no empieza su reinado hasta 1 759 mientras que las pinturas se terminaron en 1726. 

Palas Atenea o Alegoría de España

Detalle de los elementos científicos al pié de la Diosa ocultos por la escayola del frontón

Sobre el fondo blanco simulando la piedra, destacan los colores azul intenso de las columnas y el dorado de los capiteles, guirnaldas y demás adornos. Existen. también, otros pequeños toques coloristas como son los floreros que existen a lo largo de la arquitectura dibujada. Debido a la lejanía y a su tamaño son difíciles de observar pero, sin embargo, se trata de estupendas representaciones florales en los que se recreó el artista. 

Otro motivo vegetal y, quizás, con cierto simbolismo, son los dos árboles sobre los que se ha representado dos de las tres figuras marianas que existen en la bóveda: la virgen del Rosario y otra que bien podría llamarse "de la Buena Leche", la cual, de su pecho derecho, mana un chorro de leche materna que va a parar a la boca de San Bernardo convirtiéndose este así, en hermano de leche de Cristo. Ambas vírgenes son parecidas en su concepción. Las demás imágenes de santos poseen la misma técnica, con predominio de la línea en su dibujo y con colores suaves, e incluso oscuros, que se contraponen con los brillos dorados o el fuerte azul de las columnas.

Representación de la visión de San Bernardo

La línea divisoria entre el aparente cielo abierto y la galería arquitectónica pintada en la parte inferior es el robusto entablamento. Sin embargo, esta división no es brusca, no es una línea recta, ya que sobre este entablamento se asientan una serie de ángeles, medallones, cortinajes, floreros...etc., que hacen que el paso de una parte a otra no sea tan brusco y, además, confiere a esta zona media de un conjunto de curvas, arrugas, posturas y demás, que le otorga un carácter más difuso, móvil, dinámico, complejo. Sus colores, exceptuando los medallones, son suaves, muy pulidos. Sus contornos son más difuminados que los de las figuras de la parte inferior. Se trata de un trabajo más suelto, más imaginativo. 

Evangelista Marcos, águila bicéfala en la esquina emblema de los Austrias 

En esta zona cabe destacar los cuatro Evangelistas, situados en los ángulos de la bóveda. Estos sobresalen por sus colores (aunque aún sigan siendo pálidos) y por un acabado más preciso. Cada evangelista se encuentra representado junto a su símbolo: águila, toro, ángel y león. 

Detalle del Medallón representando a Judith

Detalle del evangelista San Mateo



Parte central del fresco

La zona superior o central de la bóveda es la más importante. Es un espectáculo de figuras y formas, luces y colores, e incluso el mismo motivo del fresco es todo un gran espectáculo, quizás, por esto, se eligió al motivo: se trata de un pasaje del Apocalipsis de San Juan, un tema muy imaginativo y creador, ideal para que un artista derroche imaginación en su creación.

La escena está dividida en dos partes: la zona de la bóveda que está más cerca del altar, hasta la mitad, representa lo terrenal, mientras que de la mitad de la bóveda hacia atrás es la zona celestial.

En la zona inferior vemos la parte Terrenal
En  la zona superior la parte Celestial antes de la restauración


La misma zona del fresco
después de la restauración junio 2025



En la zona terrenal está representada una ciudad sobre una roca junto al mar, que es, según el texto bíblico, la ciudad de Babilonia, resumen de todos los pecados. Junto a ella está el Dragón de las Siete Cabezas todas ellas coronadas. Es el dragón que intenta devorar el niño que lleva en su vientre la Inmaculada que está en el centro de la bóveda. Ante tal hecho aparece el Arcángel San Miguel que lucha contra el dragón. La cola del dragón llega hasta el firmamento y con la misma barre las estrellas lanzándolas contra la Tierra. 

Cuando San Juan habla del dragón hace una clara referencia a la ciudad de Roma, fundada sobre siete colinas y que, entonces, se tomaba como modelo de ciudad perversa.

La Inmaculada nos sirve de división en esta parte central. Junto a ella se encuentra la figura de Dios Padre que infunde su espíritu sobre la Inmaculada en forma de paloma que representa al Espíritu Santo. También, sobre la Inmaculada, e encuentra Dios — Hijo, representado por el Cordero Místico que reposa sobre el Libro de los Siete Sellos que, según el Apocalipsis, al abrirse y romperse cada uno de los sellos sobreviene una desgracia al Mundo.

Sobre toda esta escena, y al fondo de la bóveda, se encuentra el Trono Celestial rodeado por una gran cantidad de ángeles.

Trono Celestrial  y Evangelistas

Distribución de los elementos del fresco



En esta zona central de la bóveda predominan los colores claros, muy suaves, y, sobre todo, las tonalidades doradas y el azul. Las pinceladas son mas sueltas y el trazado menos definido. Se llega a una gran barroquismo con el entramado de pliegues, posturas, indumentarias...etc. A pesar del intento del pintor por dar movimiento a la escena, sus figuras son muy pocos reales, parecen estar más preocupados por su propia "pose" que por el acto que están realizando. De todas ellas, quizás, la que más resalta, por su buen acabado, es el Arcángel San Miguel.

Atenea desde el andamio en proceso de restauración  tapado de los clavos que sujetaban el cuadro que la ocultaba
Posición de Atenea en el Fresco Restaurado

Por ultimo, añadir que el sitio que ocupa la figura de Atenea, justo encima del frontón del altar, estuvo ocupado, durante muchos años, por un cuadro en lienzo, sin firma, que representaba la visita de Cristo a. casa de Marta y María. En la última restauración de los frescos, realizada en la década de los 80, se quitó y apareció la imagen de Atenea. El cuadro, por su parte, está en fase de restauración. El motivo que moviera a los entonces rectores del centro a colocar ahí dicho cuadro es un misterio aunque podría pensarse que les guió un motivo religioso como el no ver apropiado que la parte superior del altar estuviera presidida por una imagen pagana de la mitología. También podría ser que, con la vuelta de los jesuitas en el siglo pasado, decidieran suprimir todo aquello que hiciera referencia a Carlos III que fue quien los expulsó, y por esto, mandaron tapar la inscripción de Carlos III que hay junto a la figura.

Justo  Corbacho Breve Guía del Instituto San Isidro, Madrid 1995

Fotografía del libro de Simón Diaz en el que se ve el cuadro de Jesús entre Marta y María ocultando la imagen de Palas Atenea

Deus Scietiarum Dominus


Descripción del cuadro en el Inventario de los cuadros de la Biblioteca del Colegio Imperial: “Un cuadro de cuatro varas de alto, y lo mismo de ancho, con marco negro que representa la figura del Salvador con epígrafe sostenido de Ángeles que (dice) Deus Scientiarum Dominus con dos figuras a los lados, a él de la Diestra, una Matrona contemplativa, con epígrafe, al pie sostenido de Ángeles, que dice Scientia speculativa, y representa la Teología revelada, a la siniestra otra figura de una matrona que lleva frutos de Pan y vino con otro epígrafe, al pie que dice: Scientia práctica, que significa la Teología moral, se apreció en atención a lo bien historiado del cuadro, y ser original de mano de autor Flamenco, en ocho mil reales.

Si quieres conocer el informe de la restauración: pulsa aquí



Mapa Iconográfico de los Frescos de la Capilla del Instituto San Isidro

El Proceso de Restauración de enero a junio 2025





Descubrimiento de los emblemas en las águilas bicéfalas de las cuatro esquinas ocultados en 1767 cuando se pintó a Palas Atenea. Estos Emblemas están colocados de forma contrapuesta son el símbolo de la Compañía de Jesús y de la Inmaculada Concepción



Monograma de la Inmaculada concepción M A entrecruzadas.  las letras "M" y "A", o "M.A.", que simbolizan "Auspice Maria" (bajo la protección de María)




El monograma de la Compañía de Jesús es IHS, una abreviatura de la palabra Jesús en griego (Ἰησοῦς), 


Estos emblemas estaban cubiertos con pintura blanca




Bibliografía:

Justo  Corbacho Breve Guía del Instituto San Isidro, Madrid 1995

Aurora de Miguel Alonso: La Biblioteca Del Colegio Imperial De Madrid, Templo De Las Musas Ad Maiorem Gloriam Dei  Librosdelacorte.es, OTOÑO-INVIERNO, nº 27, año 15 (2023). ISSN 1989-6425   DOI: https://doi.org/10.15366/

Patrimonio de la Comunidad de Madrid. Restauración de dos lienzos del Instituto San Isidro de https://www.comunidad.madrid/cultura/patrimonio-cultural/restauracion-dos-lienzos-ies-san-isidro


domingo, 18 de mayo de 2025

¿Cómo era la Biblioteca del Colegio Imperial?

 Reconstrucción visual a partir de la descripción de las pinturas en el  inventario con fecha octubre 1767 una vez los Jesuitas abandonaron el edificio.


Biblioteca del Colegio Imperial pared 1 (reconstrucción)

Para la ubicación en el entorno hemos tomado una biblioteca similar en cuanto época y tipo de fondos la del Colegio Montesión de Palma de Mallorca.

Biblioteca del Colegio Imperial pared 2 (reconstrucción)


Para la ubicación de las pinturas nos hemos inspirado en el estudio Aurora de Miguel Alonso La Biblioteca Del Colegio Imperial De Madrid, Templo De Las Musas Ad Maiorem Gloriam Dei

Biblioteca del Colegio Imperial paredes 3y 4 (reconstrucción)




“Inventario de todos los cuadros que los jesuitas madrileños tenían en el colegio al ser promulgado el decreto de expulsión del rey Carlos III”. Archivo de España de la Compañía de Jesús en Alcalá de Henares (en adelante, AESI-A), caja 60, 1060, 55-58.

Distribución de las obras en el espacio:

Hemos utilizado el esquema que plantea Aurora de Miguel en su artículo:  La Biblioteca Del Colegio Imperial De Madrid, Templo De Las Musas Ad Maiorem Gloriam Dei 

Esquema de distribución de las pinturas según Aurora de Miguel


Reconstrucción en Imágenes a partir de la descripción del inventario:

1. “La figura del Salvador con epígrafe sostenido de ángeles que (dice) Deus Scientiarum Dominus con dos figuras a los lados, a él de la diestra, una Matrona contemplativa, con epígrafe al pie sostenido de ángeles, que dice Scientia speculativa, y representa la Teología revelada, a la siniestra otra figura de una matrona que lleva frutos de pan y vino con otro epígrafe, al pie que dice: Scientia practica, que significa la Teología moral”


El Salvador como señor de las ciencias

Cuadro original recientemente restaurado 


Para la reconstrucción visual de las pinturas desaparecidas hemos usado la descripción del inventario y modelos similares de la época.

2-  Un quadro de tres varas de alto, y dos y media de ancho esquiando (sic) a la derecha como se entra) con marco negro del Dr. Venerable Francisco Suárez, elevado en oración a un crucifijo en un atril, ochocientos reales.
Francisco Suarez  (Cuadro desaparecido)

3 Otro quadro de dos varas y media de alto y lo mismo de ancho, con marco negro, del Venerable P. Luis de la Puente, con San Ignacio de Loyola a la derecha y S. Francisco Javier a la yzquierda sosteniéndole el Bonete, en tres mil y trescientos.


Luis de la Puente entre San Ignacio y San Francisco Javier
 (cuadro desaparecido)


4 Otro quadro, de tres varas de alto y lo mismo de ancho, con marco negro del Padre Cornelio Alapide escribiendo sobre la Sagrada Scriptura y S. Gerónimo ilustrándole, en dos mil y doscientos


Padre Cornelio Alapide con San Gerónimo (cuadro desaparecido)


5 Otro de tres varas de alto, y dos y media de ancho, con marco negro, del P. Diego Laynez, con cardenales y doctores sosteniendo la tiara Pontificia, en quatro mil y cuatrocientos.
Padre Pedro Laínez (cuadro desaparecido)



6- Otro de tres varas de alto y vara y quarta de ancho con marco negro, del P. Thomas Sánchez, escribiendo e ilustrándole con respectivas figuras Jesucristo Crucificado, el Sacramento Eucarístico y la Inmaculada Concepción, en mil y cien reales.



[7] Otro de tres varas de alto y tres y media de ancho, con marco negro, del P. Gabriel Vázquez escribiendo, y junto a él San Agustín de Pontifical, con mitra y váculo, empinado a su oydo, dictándole, en dos mil y doscientos reales.



[8] Otro de tres varas de alto y quatro de ancho con marco negro, en que se representa con figuras enteras la Virgen Nuestra Señora dando el libro de los Exercicios a S. Ignacio de Loyola, y éste postrado recibiéndolos, acompañada la Virgen de numeroso coro de Ángeles y Archángeles, con un epígrafe, uno de ellos inclinado a la Virgen que dice Exercitia, y en lo alto, un trono celestial con la Santísima Trinidad de figuras corpóreas, se tiene por original de autor flamenco, y se apreció por lo bien historiado, en siete mil y quinientos.






9 Otro de tres varas de alto y quatro de ancho con marco negro del P. Molina escribiendo la Ciencia Media y San Próspero Obispo vestido de Pontifical dictándosela, en mil y ochocientos.



[10] Otro quadro de tres varas de alto y tres varas y media de ancho con marco negro y una figura del tamaño natural de S. Pedro Apóstol con el Vaticano en la mano, y sentados en una mesa, los quatro cardinales de la Compañía: Belarmino, Toledo, Lugo y Pazmani, escribiendo la Doctrina, se apreció en quatro mil y cuatrocientos reales


[11] Un quadro apaysado de dos varas, y dos tercias de alto, y quatro varas de ancho con marco negro a el que están las figuras siguientes: un Dragón cargado con la Sagrada Biblia, en símbolo de la Eregía, dos Doctores; PP de la Compañía de Jesús; Canisio, Belarmino, Valencia y demás de la Religión en ademán de combatirle, llevando el Instituto de la Compañía, y su doctrina contra Hereges, y S. Juan Evangelista, a la parte inferior de un Trono en el que está la Virgen Santísima con el Niño en los brazos rodeada de Ángeles, protegiendo a los PP de la Compañía, se preció por lo bien historiado en ocho mil y ochocientos.

Religión derrotando a la Herejía (Desaparecido)

[12] Otro de tres varas y media de ancho con marco negro, del P. Pedro Canisio ante una Universidad, plena de Doctores, recibiendo la borla y grado de Doctor Theólogo, también es quadro de mucho trabajo, y se apreció en seis mil y seiscientos.


Pedro Canisio (Desaparecido)

[13] Otro de tres varas de alto y dos y medio de ancho con marco negro del P. Juan Maldonado escribiendo sobre los Evangelios, y un Ángel y los símbolos de los Quatro Evangelistas ilustrándole, se apreció en dos mil y doscientos.

Padre Juan Maldonado (Desaparecido)

14] Otro de tres varas de alto y dos y media de ancho, con marco negro del P. Francisco Turrian, con el epígrafe de Biblioteca animada con muchos Theólogos estudiando, y el Misterio de la Presentación de Nuestra Señora, con la nota de ser su restaurador en el Calendario Romano, se pareció en mil y quinientos reales.


Padre Francisco Turrián (Desaparecido)

[15, 16] Dos retratos iguales de siete cuartas en quadro, con marcos negros, el uno de S. Francisco Xavier y el otro de Luis Gonzaga, a quinientos reales cada uno, salen mil reales.

San Francisco Javier (Desaparecido)


San Luis Gonzaga (Desaparecido)

[17] Un retrato de vara y tercio de alto y vara y quarta de ancho, con marco negro del Venerable P. Eusebio Nieremberg de la Compañía de Jesús, echo de mano del hermano Ignacio Raet religioso coadjutor de la misma Compañía en seiscientos reales.

Eusebio Nieremberg, pintado por Ignacio Raeth cuadro Original hoy  con distinto Marco
 
[18] Otro retrato de vara y media de alto y vara y media quarta de ancho con marco negro del P. Doctor Ignacio Peynado, de la misma Compañía, en quinientos.

Reconstrucción con poca base documental



[19] Otro de vara y media de alto, y vara y media quarta de ancho con marco negro, y molduras doradas del P. Dr. Francisco Vázquez, de la Compañía de Jesús, original de Alonso del Arco en seiscientos y veinte reales.

Reconstrucción con poca base documental

¿Dónde están esos cuadros desaparecidos?
En este momento aún no lo sabemos, sabemos que existe un cuadro del pintor jesuita Ignacio Raeth en la Biblioteca Complutense, quizás debido a que compartiera edificio con el Instituto de Noviciado, el Cardenal Cisneros, quizás que fueran allí parte de los fondos de la Biblioteca del colegio Imperial. 
Agradecemos cualquier ayuda en los comentarios del Blog.
    
Para saber más sobre la Biblioteca del Instituto San Isidro de Madrid

San Ignacio de Loyola atendiendo a un enfermo, óleo sobre lienzo, 156 x 271 cm, Madrid, Biblioteca de la Universidad Complutense.


Bibliografía y materiales  empleados para la reconstrucción:

Aurora de Miguel Alonso:
 La Biblioteca Del Colegio Imperial De Madrid, Templo De Las Musas Ad Maiorem Gloriam Dei  Librosdelacorte.es, OTOÑO-INVIERNO, nº 27, año 15 (2023). ISSN 1989-6425   DOI: https://doi.org/10.15366/

Aurora de Miguel Alonso: El Patrimonio Histórico de la Universidad Complutense procedente de la expropiación de centros jesuitas madrileños en 1767 y 1835


























Nuevas piezas en el Museo: Cajas de Muestras

 En el mes de junio incluimos en el Museo del Instituto San Isidro  nueve  cajas de muestras de la firma Luis Soler Pujol de Barcelona, esto...