sábado, 31 de mayo de 2025

La Biblioteca del Instituto San Isidro

 Su Origen

La antigua Biblioteca del Colegio Imperial, la mejor de Madrid después de la Nacional, notablemente incrementada en el transcurso del tiempo, pasó a depender de la Universidad de 1815 y se trasladó en vísperas de la Guerra Civil al nuevo edificio de la Facultad de Filosofía y Letras.

Una gran parte de los fondos bibliográficos fueron destruidos al ser usados como parapetos defensivos en el frente de Ciudad Universitaria. Hecho lamentable (aunque se pudiera explicar por las dramáticas circunstancias que lo motivaron) ya que supuso la pérdida o destrucción de obras de un valor incalculable.

Ya en 1969, la Biblioteca del Instituto fue incrementada con recientes adquisiciones y donaciones más antiguas, sufrió un nuevo avatar con el traslado de sus fondos a la antigua Facultad de Medicina de San Carlos, en la calle de Atocha, lo que hoy es el museo Reina Sofía, con motivo de las obras de remodelación interior de nuestro Instituto.

El Espacio Actual

El Director Joaquín Mulas Sánchez, consiguió que se llevaran a cabo los trabajos pertinentes para habilitar la actual Sala de lectura con un piso volado, que corre por encima a lo largo de tres de sus paredes en 1981. Construyó  un despacho para el bibliotecario que se desmontó en la última remodelación en 2023.


La Biblioteca recién inaugurada en 1982


Taller de cajas de conservación de libros 2012 alumnado de 1º bachillerato de Artes

Feria de las Pseudociencias  2025

Se adquirieron las estanterías para los libros que en aquel momento se guardaron amontonados en la Escalera Imperial, lo que hoy es el  Museo. A finales del Curso 1981-82 se montó la Biblioteca que empezó a funcionar en un principio sólo como Aula de estudio; en el Curso 1982-83 se iniciaron las actividades de préstamos y consulta de libros por parte de profesores y alumnos.

Actualmente la biblioteca ha ampliado sus funciones posibilitando la consulta y el trabajo de investigación individual y en equipo utilizando medios digitales. En la siguiente imagen vemos un esquema de la distribución en 2023, con las actividades que se pueden realizar en las distintas áreas de la planta de lectura. La planta superior es de uso restringido para actividades de catalogación, investigación y conservación del patrimonio. 

Inclusión de equipos informáticos para distintos usos 2023


Algunos de los fondos de la Biblioteca Histórica en el piso superior.(1)

 
La Colección de libros antiguos esta formada por ejemplares de la antigua biblioteca y otros procedentes de la donación de las bibliotecas personales de José Sicardo un fraile agustino del siglo XVII, de Urbano González Serrano y de Francisco Barnés y con ejemplares adquiridos por el propio Instituto San Isidro.

Fondo antiguo

El responsable de la biblioteca en 1981 destaca los siguientes ejemplares:

"Varias ediciones del Quijote (una facsímil de la 1.* editada por Miguel Seguí en Barcelona); la edición de Obras de Jovellanos de 1832, en la imprenta de don León Amarita, Plazuela de Celenque; la del Duque de Rivas de Montaner y Simón (1884) ilustrada con dibujos de Apeles Mestres; etc.

Ampliamente representados están los novelistas españoles del XIX: Femán Caballero, Valera, Pereda, Galdós, etc.

Hay obras tan poco conocidas del gran público como «El chirrión de los políticos» (título que estremecía a Juan Ramón Jiménez) de Azorín, editada por Caro Raggio y la Primera edición de «Morbideces» de Ramón Gómez de la Serna, 1908, dedicada a Rubén (Darío) por su autor de su puño y letra.

Discurso de Nicolás Salmerón en la Universidad Central


Es curioso citar aquí, las «Obras literarias del precoz niño don Jesús Rodríguez Cao», muerto a los quince años, editadas en cuatro lujosos volúmenes encuadernados (1872) 

No podían faltar las lujosas ediciones de Victor Hugo ni la espléndida y monumental de «La divina Comedia» de Dante, en dos tomos, ilustrada por Gustavo Doré.

En el campo de la Filosofía, podemos citar la edición francesa de las «Obras completas» de Descartes, publicadas en París (1824), en once tomos, por Víctor Cousin, lujosamente encuadernadas; las Obras de Hobbes, editadas por Sir William Molesworth, Barth, en Londres, 1845, también en once volúmenes; o las de Locke, Londres, 1801, en diez tomos.

Muy elogiado por los especialistas es el «diccionario de Geografía» de Vivien de Saint Martin, así como el Geográfico de Madoz o la «Historia de Madrid» de Amador de los Ríos.

No podían faltar las obras de Thiers, de Carlyle o de Morayta, ya clásicas en su género, así como la «Historia de España» de Antonio Ballesteros y Beretta o las Historias Universales de César Cantú y de Jacques Pirenne.

Ley Moyano

Verdadero recreo para la vista lo constituyen las bellísimas láminas en colores de «L'Omament polychrome», en dos tomos, de Racinet.

Piso superior en 1982 libro abierto «L'Omament polychrome» 

La Biblioteca posee varias ediciones de la Biblia, como la traducción del Antiguo Testamento de hebreo al castellano por el Rabi Mose Arragel de Guadalfacara.

Cuenta también con la serie de «Libros de la Naturaleza»: «La vida de las flores», «El mundo de los minerales», «Animales microscópicos...» debidos a don Juan Dantín Cereceda, ilustre profesor que explicó Agricultura en el Centro, cuando existía dicha Cátedra.

Historia de Carlos V  tomo 1 al 4

Las colecciones de revistas son muy notables y ocupan todo un ángulo de la Biblioteca: «La ilustración española y americana», «Blanco y negro», «Nuevo mundo», «La esfera», «Revista de Indias», «Hispania»., «Escorial», «Revista de Filología española», «Revista de Psicología general y aplicada», la de «Archivos, bibliotecas y museos», la «Revista nacional de Educación», la de «Enseñanza media».

Estudios Psicológicos de Urbano González Serrano

Hay algunos tomos encuadernados con números de «Cruz y raya», «Clavileño» y la «Revista de Occidente».

Los fondos más antiguos lo constituyen las «Comedias» de Lope (de 1638); las de Calderón (publicadas en 1684 por don Juan de Tassis y Villarroel); las «Comedias y Autos» del mismo autor editadas en el siglo XVIII; así como «La Corona gótica» de Saavedra Fajardo, en siete tomos; el «Teatro crítico universal» y las «Cartas eruditas y curiosas» del padre Feijoo, editadas también en el siglo XVIII

Curioso es el «Thesaurus linguae sanctae, sive Lexicon Hebraicum» de Sancte Pagnini, de la orden de predicadores, profesores de Sagrada Teología, edición de 1577, expurgada por el Santo Oficio en 1612, 1707 y 1747.

Muy curioso también es el libro «El médico y el cirujano de los pobres que enseña el modo de curar las enfermedades con remedios, así internos, como externos, fáciles de encontrarse en el País, y de prepararse a poca costa, para toda clase de personas», por el doctor en Medicina Mr. Dubé, edición de 1755, dividido en diez libros.

También hay unos «Principios de Matemáticas» por don Benito Bails (imprenta Hija de Joaquín Ibarra, 1805), en varios tomos.

Cerramos, por último, esa somera enumeración con el «Anuario legislativo de Instrucción pública» (antiguo Ministerio de Educación y Ciencia), con obras de carácter jurídico o de economía política (como las de Martínez Marina) y con un «Diccionario histórico y forense del derecho real de España» (1779)."




A esta enumeración hemos de añadir los álbumes de láminas de Dibujo realizados por alumnos del profesor Mariano Borrell  entre los años 1865 1888 y enviados a varias Exposiciones Universales que fueron hallados en el archivo del instituto y depositados en el Museo y la Biblioteca.






Anécdota curiosa de la biblioteca del Instituto San Isidro

Una anécdota curiosa fue la devolución del libro de la Iliada en enero de 2024 un libro que había sido prestado en 1967. Una vez visto los avatares de su arranque, veo comprensible las dificultades de su devolución en los años inmediatos al préstamo. 1969 al 1971 El instituto se traslada al hospital de San Carlos, y después las obras para habilitar la sala... ¡Pero, tantos años!

libro devuelto, actualmente expuesto en el Museo del Instituto San Isidro

El libro nos llegó por correo ordinario de una forma anónima sin remitente; la noticia tuvo muchísima repercusión en Twitter, la siguieron ciento trece mil personas. Nos respondieron con anécdotas muy curiosas, sobre la tardanza  en la devolución de libros, cuando Berlín quedó dividida tras Segunda Guerra Mundial. Tras la devolución del libro, nuestra biblioteca salió en la televisión, en el Telediario de la 1ª cadena, nos visitó el periodista de RTVE Carlos del Amor.



Respuesta a nuestra noticia en Twitter
Carlos del Amor y el equipo de RTVE visitan nuestra Biblioteca

Noticia en Twitter

Personas que han dejado su huella en la Biblioteca

La Biblioteca es atendida por el profesorado de guardia y responsables de biblioteca que se han ido sucediendo en los años recientes, ahora contamos además con el apoyo de una persona auxiliar por las tardes con el programa PROA+. 

Merece la pena recordar la labor de Luis Cañizal, profesor de Literatura jubilado, que ha seguido colaborando con la catalogación de los fondos antiguos en los últimos años.

Profesor Luis Cañizal

También  es necesario mencionar a Carmen Rodríguez Guerrero que catalogó, promovió las labores de conservación, limpieza, ordenación y difusión de los fondos, lamentablemente fallecida en 2015

Carmen Rodríguez Guerrero iniciando el Taller de construcción de cajas de conservación de libros en colaboración con el encuadernador de la Biblioteca Marqués de Valdecilla

Catálogo de las Revistas Educativas editado 2015




Para saber más sobre la Biblioteca del Instituto San Isidro de Madrid



Bibliografía

Avilés Arroyo, Enrique. La Biblioteca del Instituto,  Anuario de instituto 1981-82.

Cañizal de la Fuente, Luis: "Visión literaturizada del fondo antiguo y legados que contiene, en la biblioteca del Instituto de San Isidro",  en Gonzalez de la Lastra, Leonor El Instituto de San Isidro
saber y patrimonio : apuntes para una historia 2013. CSIC. Madrid

Catálogo de las Revistas Educativas en la Biblioteca del Instituto San Isidro. SEPHE Sociedad Española para el Estudio del Patrimonio Histórico-Educativo ISBN: 978-84-943613-2-6

domingo, 25 de mayo de 2025

La Capilla del Instituto San Isidro

La capilla del Instituto San Isidro perteneció a la Real Congregación de Nuestra Señora de la Concepción. Esta congregación estaba adscrita al Colegio Imperial y había surgido al amparo de los jesuitas. Se fundó en torno a 1603 0 1604 y contaba con esta capilla propia en el patio de Los Estudios.



Capilla del Instituto San Isidro, acceso por el patio


 De la importancia que tenía la congregación nos habla el hecho de tener un organigrama directivo muy amplio y complejo. Esta dirección  estaba presidida por un prefecto eclesiástico, siempre jesuita, y un prefecto secular. También, nos hace referencia de su importancia la cantidad y calidad de sus congregantes entre los que se incluía a la Familia Real, nobleza, artistas, impresores …etc. El rey era protector perpetuo, título que adquirió Felipe IV cuando ingresó en 1642 junto a su hijo el príncipe Baltasar Carlos.

Otro de los hechos que nos revela su  importancia es la gran cantidad de encargos artísticos  que hacían Y que suponía unas buenas  fuentes económicas así como por la gran cantidad de obras benéficas siendo para los presos, esto ultimo la verdadera  misión que se impusieron los congregantes.

Interior de la capilla del Instituto San Isidro

La convivencia de la En el mismo centro congregación y de los Jesuitas  fue siempre buena;  la congregación participaba en actividades del Colegio y los jesuitas ayudaban en lo posible a la congregación. Tan solo existió alguna contienda a mediados del s. XVIII sobre el uso y la titularidad de la Capilla aunque al final la congregación mantuvo sus derechos sobre ella

Tras la expulsión Carlos III de los jesuitas por en 1767, la congregación arrastrada se va a ver por la ruina de la Compañía Jesús. Apelarán de a la justicia para reclamar sus derechos  sobre la  capilla aludiendo  a su independencia de los jesuitas, sin embargo, no van a ser oídas sus peticiones e incluso se les calificará de "ilegítima congregación clandestina".

Los planes de Carlos III eran bien claros. El ideal de la Ilustración invade en las mentes de los gobernantes y su implantación debe llegar a todos los estratos y estamentos sociales empezando por la Iglesia. El monopolio educativo de la iglesia se acaba y la tutela real se hará cargo de ella. El Colegio Imperial, único centro docente de Madrid, es objetivo directo de estas medidas y así en 1771 desaparece el Colegio permaneciendo los Estudios Reales de 1625 que Carlos III ampliará. De esta forma, la antigua capilla de la Congregación pasará a ser capilla de los nuevos Reales Estudios. 

Si  la capilla sobrevivió a la congregación también la precedió, es decir, la antigua capilla fue construida en el s. XVI y no expresamente para la congregación. Posteriormente, cuando se instalan en el Colegio, la capilla pasará a formar parte de la Congregación. Sobre esta primitiva capilla hay ejemplo sus pinturas en la Ermita de la Virgen del Puerto.

En 1726, Delgado termina el fresco de la bóveda. Su obra fue de tan gran agrado que ese mismo año se le encarga pintar las paredes de la capilla de imposta para abajo representando los misterios de la Virgen. Esta obra duró hasta 1730, sin embargo, actualmente no nos queda nada de ella.

El 26 de Mayo de 1730 se inician los festejos para inaugurar la nueva capilla que ha perdurado hasta nosotros. Tras la expulsión de los jesuitas y la disolución de la congregación por Carlos III tenemos pocas noticias sobre la capilla. A principios del s. XIX se convirtió en Salón de Actos aunque con el regreso de los Jesuitas volvió a su función. 

Fotografía tomada en las primeras décadas siglo XX
en 1903 se inauguró como salón de actos

Tras la definitiva expulsión de la Compañía del centro, la capilla volvió a ser Salón de Actos de la recién creada Universidad Central. En 1881 se celebró en ella el Centenario de Calderón de la Barca. 

Se utilizó, también, para impartir clases tal como nos lo cuenta Pío Baroja en "El Árbol de la Ciencia", incluso en su sacristía se estableció el laboratorio de Química. Fue después de la Guerra Civil cuando volvió a su antigua función manteniéndose hasta la actualidad. 

Los  Frescos de la bóveda de la capilla

La bóveda de la capilla está divida, claramente, en dos -partes. Un fuerte entablamento,  sujetado por columnas salomónicas azules, divide la parte inferior de la bóveda, en la que el pintor creó una galería arquitectónica de formas muy rotundas, con la superior que se asemeja a un techo abierto al cielo con la intención de crear una profundidad visual. 

Vista general de la cabecera del Fresco de Juan Delgado

La arquitectura, representada en la parte inferior, posee, en sus formas, un claro gusto barroco, es una gran puesta en escena, es un autentico decorado teatral. Sin embargo, no se puede negar claras reminiscencias clásicas en su configuración, con sus formas rotundas y su predominio de las líneas rectas, solo roto por el juego de guirnaldas doradas, medallones, y otros motivos decorativos como son los ángulos donde están  representadas las  águilas bicéfalas imperiales. En esta galería están representados un total de 17 santos fundadores, de los cuales, solo dos son mujeres, y, como tales, colocadas, por deferencia, en la cabecera de la capilla. 


Cabecera con Santa Teresa de Jesús, Palas Atenea, Judit con cabeza de Holofernes en el medallón circular y Santa Clara

el Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, su santo fundador, San Ignacio de Loyola, no está colocado en un lugar privilegiado como es la cabecera de la capilla, sin embargo, su colocación tampoco está exenta de privilegio ya que, al entrar en la capilla por su puerta lateral, la parte de la bóveda que más se ve no es la cabecera sino su lateral derecho. Justo enfrente de la puerta de entrada está representado San Ignacio junto a los fundadores de las ordenes más importantes: dominicos, agustinos y franciscanos.

Virgen del Rosario sobre arbol de Jesse se representan en medallones los reyes de Israel
Debajo San Agustín, Santo Domingo, San Francisco de Asís y San Ignacio de Loyola

Encima del frontón del altar mayor, se encuentra una figura muy discutida: una mujer con casco (en el que lleva un animal simbólico parecido al dragón del escudo del Instituto), lanza, escudo, ropaje guerrero, apoyada en el escudo de España y a sus pies una esfera armilar. Esta figura bien podría tratarse de la misma Atenea como de cualquier otra figura mitológica que simbolice la ciencia o la sabiduría. A su lado se encuentra la inscripción latina: "REG. ARCHIG YMN. MATRIT. A CAR.TIT RESTIT. ET AUCTUM", es decir, "Reales Estudios Superiores de Madrid, restaurados y ampliados por Carlos III". Se trata de una inscripción posterior a las pinturas de la bóveda; Carlos II no empieza su reinado hasta 1 759 mientras que las pinturas se terminaron en 1726. 

Palas Atenea o Alegoría de España

Detalle de los elementos científicos al pié de la Diosa ocultos por la escayola del frontón

Sobre el fondo blanco simulando la piedra, destacan los colores azul intenso de las columnas y el dorado de los capiteles, guirnaldas y demás adornos. Existen. también, otros pequeños toques coloristas como son los floreros que existen a lo largo de la arquitectura dibujada. Debido a la lejanía y a su tamaño son difíciles de observar pero, sin embargo, se trata de estupendas representaciones florales en los que se recreó el artista. 

Otro motivo vegetal y, quizás, con cierto simbolismo, son los dos árboles sobre los que se ha representado dos de las tres figuras marianas que existen en la bóveda: la virgen del Rosario y otra que bien podría llamarse "de la Buena Leche", la cual, de su pecho derecho, mana un chorro de leche materna que va a parar a la boca de San Bernardo convirtiéndose este así, en hermano de leche de Cristo. Ambas vírgenes son parecidas en su concepción. Las demás imágenes de santos poseen la misma técnica, con predominio de la línea en su dibujo y con colores suaves, e incluso oscuros, que se contraponen con los brillos dorados o el fuerte azul de las columnas.

Representación de la visión de San Bernardo

La línea divisoria entre el aparente cielo abierto y la galería arquitectónica pintada en la parte inferior es el robusto entablamento. Sin embargo, esta división no es brusca, no es una línea recta, ya que sobre este entablamento se asientan una serie de ángeles, medallones, cortinajes, floreros...etc., que hacen que el paso de una parte a otra no sea tan brusco y, además, confiere a esta zona media de un conjunto de curvas, arrugas, posturas y demás, que le otorga un carácter más difuso, móvil, dinámico, complejo. Sus colores, exceptuando los medallones, son suaves, muy pulidos. Sus contornos son más difuminados que los de las figuras de la parte inferior. Se trata de un trabajo más suelto, más imaginativo. 

Evangelista Marcos, águila bicéfala en la esquina emblema de los Austrias 

En esta zona cabe destacar los cuatro Evangelistas, situados en los ángulos de la bóveda. Estos sobresalen por sus colores (aunque aún sigan siendo pálidos) y por un acabado más preciso. Cada evangelista se encuentra representado junto a su símbolo: águila, toro, ángel y león. 

Detalle del Medallón representando a Judith

Detalle del evangelista San Mateo



Parte central del fresco

La zona superior o central de la bóveda es la más importante. Es un espectáculo de figuras y formas, luces y colores, e incluso el mismo motivo del fresco es todo un gran espectáculo, quizás, por esto, se eligió al motivo: se trata de un pasaje del Apocalipsis de San Juan, un tema muy imaginativo y creador, ideal para que un artista derroche imaginación en su creación.

La escena está dividida en dos partes: la zona de la bóveda que está más cerca del altar, hasta la mitad, representa lo terrenal, mientras que de la mitad de la bóveda hacia atrás es la zona celestial.

En la zona inferior vemos la parte Terrenal
En  la zona superior la parte Celestial antes de la restauración


La misma zona del fresco
después de la restauración junio 2025



En la zona terrenal está representada una ciudad sobre una roca junto al mar, que es, según el texto bíblico, la ciudad de Babilonia, resumen de todos los pecados. Junto a ella está el Dragón de las Siete Cabezas todas ellas coronadas. Es el dragón que intenta devorar el niño que lleva en su vientre la Inmaculada que está en el centro de la bóveda. Ante tal hecho aparece el Arcángel San Miguel que lucha contra el dragón. La cola del dragón llega hasta el firmamento y con la misma barre las estrellas lanzándolas contra la Tierra. 

Cuando San Juan habla del dragón hace una clara referencia a la ciudad de Roma, fundada sobre siete colinas y que, entonces, se tomaba como modelo de ciudad perversa.

La Inmaculada nos sirve de división en esta parte central. Junto a ella se encuentra la figura de Dios Padre que infunde su espíritu sobre la Inmaculada en forma de paloma que representa al Espíritu Santo. También, sobre la Inmaculada, e encuentra Dios — Hijo, representado por el Cordero Místico que reposa sobre el Libro de los Siete Sellos que, según el Apocalipsis, al abrirse y romperse cada uno de los sellos sobreviene una desgracia al Mundo.

Sobre toda esta escena, y al fondo de la bóveda, se encuentra el Trono Celestial rodeado por una gran cantidad de ángeles.

Trono Celestrial  y Evangelistas

Distribución de los elementos del fresco



En esta zona central de la bóveda predominan los colores claros, muy suaves, y, sobre todo, las tonalidades doradas y el azul. Las pinceladas son mas sueltas y el trazado menos definido. Se llega a una gran barroquismo con el entramado de pliegues, posturas, indumentarias...etc. A pesar del intento del pintor por dar movimiento a la escena, sus figuras son muy pocos reales, parecen estar más preocupados por su propia "pose" que por el acto que están realizando. De todas ellas, quizás, la que más resalta, por su buen acabado, es el Arcángel San Miguel.

Atenea desde el andamio en proceso de restauración  tapado de los clavos que sujetaban el cuadro que la ocultaba
Posición de Atenea en el Fresco Restaurado

Por ultimo, añadir que el sitio que ocupa la figura de Atenea, justo encima del frontón del altar, estuvo ocupado, durante muchos años, por un cuadro en lienzo, sin firma, que representaba la visita de Cristo a. casa de Marta y María. En la última restauración de los frescos, realizada en la década de los 80, se quitó y apareció la imagen de Atenea. El cuadro, por su parte, está en fase de restauración. El motivo que moviera a los entonces rectores del centro a colocar ahí dicho cuadro es un misterio aunque podría pensarse que les guió un motivo religioso como el no ver apropiado que la parte superior del altar estuviera presidida por una imagen pagana de la mitología. También podría ser que, con la vuelta de los jesuitas en el siglo pasado, decidieran suprimir todo aquello que hiciera referencia a Carlos III que fue quien los expulsó, y por esto, mandaron tapar la inscripción de Carlos III que hay junto a la figura.

Justo  Corbacho Breve Guía del Instituto San Isidro, Madrid 1995

Fotografía del libro de Simón Diaz en el que se ve el cuadro de Jesús entre Marta y María ocultando la imagen de Palas Atenea

Deus Scietiarum Dominus


Descripción del cuadro en el Inventario de los cuadros de la Biblioteca del Colegio Imperial: “Un cuadro de cuatro varas de alto, y lo mismo de ancho, con marco negro que representa la figura del Salvador con epígrafe sostenido de Ángeles que (dice) Deus Scientiarum Dominus con dos figuras a los lados, a él de la Diestra, una Matrona contemplativa, con epígrafe, al pie sostenido de Ángeles, que dice Scientia speculativa, y representa la Teología revelada, a la siniestra otra figura de una matrona que lleva frutos de Pan y vino con otro epígrafe, al pie que dice: Scientia práctica, que significa la Teología moral, se apreció en atención a lo bien historiado del cuadro, y ser original de mano de autor Flamenco, en ocho mil reales.

Si quieres conocer el informe de la restauración: pulsa aquí



Mapa Iconográfico de los Frescos de la Capilla del Instituto San Isidro

El Proceso de Restauración de enero a junio 2025





Descubrimiento de los emblemas en las águilas bicéfalas de las cuatro esquinas ocultados en 1767 cuando se pintó a Palas Atenea. Estos Emblemas están colocados de forma contrapuesta son el símbolo de la Compañía de Jesús y de la Inmaculada Concepción



Monograma de la Inmaculada concepción M A entrecruzadas.  las letras "M" y "A", o "M.A.", que simbolizan "Auspice Maria" (bajo la protección de María)




El monograma de la Compañía de Jesús es IHS, una abreviatura de la palabra Jesús en griego (Ἰησοῦς), 


Estos emblemas estaban cubiertos con pintura blanca




Bibliografía:

Justo  Corbacho Breve Guía del Instituto San Isidro, Madrid 1995

Aurora de Miguel Alonso: La Biblioteca Del Colegio Imperial De Madrid, Templo De Las Musas Ad Maiorem Gloriam Dei  Librosdelacorte.es, OTOÑO-INVIERNO, nº 27, año 15 (2023). ISSN 1989-6425   DOI: https://doi.org/10.15366/

Patrimonio de la Comunidad de Madrid. Restauración de dos lienzos del Instituto San Isidro de https://www.comunidad.madrid/cultura/patrimonio-cultural/restauracion-dos-lienzos-ies-san-isidro


Nuevas piezas en el Museo: Cajas de Muestras

 En el mes de junio incluimos en el Museo del Instituto San Isidro  nueve  cajas de muestras de la firma Luis Soler Pujol de Barcelona, esto...