Su Origen
La antigua Biblioteca del Colegio Imperial, la mejor de Madrid después de la Nacional, notablemente incrementada en el transcurso del tiempo, pasó a depender de la Universidad de 1815 y se trasladó en vísperas de la Guerra Civil al nuevo edificio de la Facultad de Filosofía y Letras.
Una gran parte de los fondos bibliográficos fueron destruidos al ser usados como parapetos defensivos en el frente de Ciudad Universitaria. Hecho lamentable (aunque se pudiera explicar por las dramáticas circunstancias que lo motivaron) ya que supuso la pérdida o destrucción de obras de un valor incalculable.
Ya en 1969, la Biblioteca del Instituto fue incrementada con recientes adquisiciones y donaciones más antiguas, sufrió un nuevo avatar con el traslado de sus fondos a la antigua Facultad de Medicina de San Carlos, en la calle de Atocha, lo que hoy es el museo Reina Sofía, con motivo de las obras de remodelación interior de nuestro Instituto.
El Espacio Actual
El Director Joaquín Mulas Sánchez, consiguió que se llevaran a cabo los trabajos pertinentes para habilitar la actual Sala de lectura con un piso volado, que corre por encima a lo largo de tres de sus paredes en 1981. Construyó un despacho para el bibliotecario que se desmontó en la última remodelación en 2023.
La Biblioteca recién inaugurada en 1982 |
Feria de las Pseudociencias 2025 |
Se adquirieron las estanterías para los libros que en aquel momento se guardaron amontonados en la Escalera Imperial, lo que hoy es el Museo. A finales del Curso 1981-82 se montó la Biblioteca que empezó a funcionar en un principio sólo como Aula de estudio; en el Curso 1982-83 se iniciaron las actividades de préstamos y consulta de libros por parte de profesores y alumnos.
Actualmente la biblioteca ha ampliado sus funciones posibilitando la consulta y el trabajo de investigación individual y en equipo utilizando medios digitales. En la siguiente imagen vemos un esquema de la distribución en 2023, con las actividades que se pueden realizar en las distintas áreas de la planta de lectura. La planta superior es de uso restringido para actividades de catalogación, investigación y conservación del patrimonio.
Inclusión de equipos informáticos para distintos usos 2023 |
Algunos de los fondos de la Biblioteca Histórica en el piso superior.(1)
Fondo antiguo |
El responsable de la biblioteca en 1981 destaca los siguientes ejemplares:
"Varias ediciones del Quijote (una facsímil de la 1.* editada por Miguel Seguí en Barcelona); la edición de Obras de Jovellanos de 1832, en la imprenta de don León Amarita, Plazuela de Celenque; la del Duque de Rivas de Montaner y Simón (1884) ilustrada con dibujos de Apeles Mestres; etc.
Ampliamente representados están los novelistas españoles del XIX: Femán Caballero, Valera, Pereda, Galdós, etc.
Hay obras tan poco conocidas del gran público como «El chirrión de los políticos» (título que estremecía a Juan Ramón Jiménez) de Azorín, editada por Caro Raggio y la Primera edición de «Morbideces» de Ramón Gómez de la Serna, 1908, dedicada a Rubén (Darío) por su autor de su puño y letra.
Es curioso citar aquí, las «Obras literarias del precoz niño don Jesús Rodríguez Cao», muerto a los quince años, editadas en cuatro lujosos volúmenes encuadernados (1872)
No podían faltar las lujosas ediciones de Victor Hugo ni la espléndida y monumental de «La divina Comedia» de Dante, en dos tomos, ilustrada por Gustavo Doré.
En el campo de la Filosofía, podemos citar la edición francesa de las «Obras completas» de Descartes, publicadas en París (1824), en once tomos, por Víctor Cousin, lujosamente encuadernadas; las Obras de Hobbes, editadas por Sir William Molesworth, Barth, en Londres, 1845, también en once volúmenes; o las de Locke, Londres, 1801, en diez tomos.
Muy elogiado por los especialistas es el «diccionario de Geografía» de Vivien de Saint Martin, así como el Geográfico de Madoz o la «Historia de Madrid» de Amador de los Ríos.
No podían faltar las obras de Thiers, de Carlyle o de Morayta, ya clásicas en su género, así como la «Historia de España» de Antonio Ballesteros y Beretta o las Historias Universales de César Cantú y de Jacques Pirenne.
Ley Moyano |
Verdadero recreo para la vista lo constituyen las bellísimas láminas en colores de «L'Omament polychrome», en dos tomos, de Racinet.
Piso superior en 1982 libro abierto «L'Omament polychrome» |
La Biblioteca posee varias ediciones de la Biblia, como la traducción del Antiguo Testamento de hebreo al castellano por el Rabi Mose Arragel de Guadalfacara.
Cuenta también con la serie de «Libros de la Naturaleza»: «La vida de las flores», «El mundo de los minerales», «Animales microscópicos...» debidos a don Juan Dantín Cereceda, ilustre profesor que explicó Agricultura en el Centro, cuando existía dicha Cátedra.
Historia de Carlos V tomo 1 al 4 |
Las colecciones de revistas son muy notables y ocupan todo un ángulo de la Biblioteca: «La ilustración española y americana», «Blanco y negro», «Nuevo mundo», «La esfera», «Revista de Indias», «Hispania»., «Escorial», «Revista de Filología española», «Revista de Psicología general y aplicada», la de «Archivos, bibliotecas y museos», la «Revista nacional de Educación», la de «Enseñanza media».
Estudios Psicológicos de Urbano González Serrano |
Hay algunos tomos encuadernados con números de «Cruz y raya», «Clavileño» y la «Revista de Occidente».
Los fondos más antiguos lo constituyen las «Comedias» de Lope (de 1638); las de Calderón (publicadas en 1684 por don Juan de Tassis y Villarroel); las «Comedias y Autos» del mismo autor editadas en el siglo XVIII; así como «La Corona gótica» de Saavedra Fajardo, en siete tomos; el «Teatro crítico universal» y las «Cartas eruditas y curiosas» del padre Feijoo, editadas también en el siglo XVIII
Curioso es el «Thesaurus linguae sanctae, sive Lexicon Hebraicum» de Sancte Pagnini, de la orden de predicadores, profesores de Sagrada Teología, edición de 1577, expurgada por el Santo Oficio en 1612, 1707 y 1747.
Muy curioso también es el libro «El médico y el cirujano de los pobres que enseña el modo de curar las enfermedades con remedios, así internos, como externos, fáciles de encontrarse en el País, y de prepararse a poca costa, para toda clase de personas», por el doctor en Medicina Mr. Dubé, edición de 1755, dividido en diez libros.
También hay unos «Principios de Matemáticas» por don Benito Bails (imprenta Hija de Joaquín Ibarra, 1805), en varios tomos.
Cerramos, por último, esa somera enumeración con el «Anuario legislativo de Instrucción pública» (antiguo Ministerio de Educación y Ciencia), con obras de carácter jurídico o de economía política (como las de Martínez Marina) y con un «Diccionario histórico y forense del derecho real de España» (1779)."
A esta enumeración hemos de añadir los álbumes de láminas de Dibujo realizados por alumnos del profesor Mariano Borrell entre los años 1865 1888 y enviados a varias Exposiciones Universales que fueron hallados en el archivo del instituto y depositados en el Museo y la Biblioteca.
Anécdota curiosa de la biblioteca del Instituto San Isidro
libro devuelto, actualmente expuesto en el Museo del Instituto San Isidro |
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Carlos del Amor y el equipo de RTVE visitan nuestra Biblioteca |
Merece la pena recordar la labor de Luis Cañizal, profesor de Literatura jubilado, que ha seguido colaborando con la catalogación de los fondos antiguos en los últimos años.
También es necesario mencionar a Carmen Rodríguez Guerrero que catalogó, promovió las labores de conservación, limpieza, ordenación y difusión de los fondos, lamentablemente fallecida en 2015
Catálogo de las Revistas Educativas editado 2015 |
Para saber más sobre la Biblioteca del Instituto San Isidro de Madrid