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domingo, 28 de mayo de 2023

Mi experiencia en el Museo

 Durante el transcurso de la actividad de patrimonio he tenido muchas experiencias distintas. He aprendido a hacer exposiciones largas en francés y a diferenciar lo que le gusta a los visitantes. He aprendido a improvisar respuestas a las preguntas que menos esperaba, sobre todo de los niños que venían al museo, y me he acostumbrado a dividir el trabajo en segundos entre mis compañeros. Y, sobre todo, he disfrutado mucho con los distintos visitantes. Hemos tenido exalumnos que se graduaron en el 2016 que vuelven para visitar a sus hermanos al museo, y abuelos que se graduaron en el 49 para enseñarle el instituto el que se educaron a sus nietos. He hecho visitas con gente de muchos sitios distintos: la pareja polaca que venía a ver el museo, la familia francesa que quería ver el instituto para sus hijos y los alemanes que habían oído hablar de la capilla. Hemos tenido también al periodista argentino que había estudiado en una universidad que también pertenecía a los jesuitas, e incluso a uno de la colegiata de al lado que venía a aprender sobre el centro para hacer un Podcast.

Por otro lado, he descubierto mucho sobre mi instituto. En parte sobre su historia, claro, pero lo que más me ha gustado son las leyendas: el esqueleto que se esconde en el armario (literalmente), el cocodrilo que desapareció hace ya casi 300 años, la radiografía de la mano de Marie Curie… Además, he aprendido mucho sobre cómo funcionaba: la distinta disposición de las aulas, la escalera antigua (de la cual no conocía ni su existencia) y la valla para “proteger” al profesor de sus alumnos.

Para terminar, me gustaría recomendarla actividad a los futuros 1º de bachillerato. No sólo por la nota extra para la media de la EVAU que claramente ayuda, sino por la experiencia. Al principio lo de: “¡dos horas seguidas!” “¡¡¡un viernes por la tarde!!!” no sonaba muy atrayente, pero al final me lo he pasado muy bien, he aprendido cosas nuevas y he hecho nuevos amigos. Así que, ¡espero ver a mucha gente el año que viene! 

Gadea Domínguez San Miguel

Si quieres hacer una visita virtual en nuestra web accesible





No me da miedo abrir puertas

 En este año de experiencia como guía del museo, he aprendido mucho y he disfrutado mucho. He aprendido a hablar sobre un tema y a mantener la atención de los visitantes, que puede ser muy difícil especialmente con los grupos numerosos. Es importante saber adaptarse a tu público: a veces viene gente muy culta que espera que le sueltes una larga parrafada sobre historia y tienes que saber hablar con confianza, y otras veces los visitantes tienen prisa y debes escoger unos pocos datos curiosos y renunciar a parte de la información.

La edad de los visitantes también es una variable a tener en cuenta, con los niños hay que dirigirse a ellos directamente y hacerles preguntas para que no pierdan el interés mientras que la gente muy mayor casi siempre empezará a contarte su propia experiencia casi invirtiendo los roles de guía y visitante. He aprendido a aburrirme, y a pasar el rato con otros compañeros cuando no viene mucha gente, pero también hay que estar preparada para grupos muy numerosos cuando hay pocos guías y no se pueden dividir. Por eso es muy importante la organización entre compañeros y que haya un buen ambiente. 

Lo mejor es enseñar el museo por parejas o tríos, así nos podemos ayudar si uno se queda en blanco y aprendemos unos de otros. Cada uno conoce unos datos y hechos diferentes y tiene una forma única de contarlos, por eso la mejor manera de aprender a hacer la visita y mejorar es escuchar a otros y compartir conocimientos. Me encanta presumir del museo delante de familia y amigos y siempre los invito a pasarse una tarde.


Una experiencia muy interesante y enriquecedora fue el préstamo de muchas piezas al museo del traje para la exposición sobre el doctor Auzoux. Aprendí mucho sobre museística y lo que hay más allá de simplemente hablar de una obra. La distribución de las piezas dentro de una vitrina y la iluminación son tan importantes como lo que se cuenta sobre ellas, o más todavía. Tuvimos que enfrentar el difícil reto de redistribuir las piezas para que no se notara lo mucho que había mermado la exposición. Y más tarde el reto todavía más difícil de volver a colocarlas de forma que cupieran todas (o casi todas). Además de tener la oportunidad de manipular piezas con mucha historia y de decidir su distribución, también pudimos desmontar y estudiar los diferentes modelos anatómicos y admirar la complejidad de su fabricación. Fue muy divertido.
En resumen, enseñar el museo de mi instituto ha sido una experiencia increíble, me siento muy afortunada de formar parte de la historia de un sitio tan especial y con ganas de seguir desvelando sus misterios a pesar de las historias de fantasmas. En el museo hay demasiadas puertas bajas de madera cerradas, y estoy dispuesta a descubrir lo que esconden detrás. 


                                                                                                        Asia Pernas Díaz 1ºF





El museo te permite conocer gente fuera de tu círculo

 Es la primera vez que he hecho una actividad tan de cara a la gente. Me ha aportado mucho a nivel emocional ya que durante un año que es tan complicado de llevar como primero de bachillerato, un poco de aire fresco nunca viene mal y el tener un sitio donde la gente te presta tanta atención y puedas hablar largo y tendido sobre temas tan interesantes como los que se tocan en todo el recorrido del museo, pues es un respiro de la rutina.


Aprendes mucho, no solo de la propia historia, si no también de la gente que viene a visitar el lugar, por ejemplo, un día tuve la suerte de dar una visita a dos antiguos alumnos del centro, ambos señores fueron alumnos sobre la década de los 60 y pude aprender mucho sobre cómo hace no tanto eran las clases aquí. 

Los días que no había mucha actividad siempre estaba el poder hablar con tus compañeros, crear amistades o simplemente conocer a más gente fuera de tu círculo, creo que eso es algo que también vale la pena recalcar sobre esta actividad. 

Quisiera agradecer a María José y a Rafa por estar ahí monitorizándonos, ambos profesores son muy apreciados. 

Ya como último, si pudiese apuntarme el año que viene seguramente lo haría, es una experiencia maravillosa de la cual me siento muy agradecida por haberla vivido, espero que el año que viene las personas que se apunten puedan disfrutarlo de la misma manera que lo he vivido yo.

Alba González Arribas


Museo Virtual accesible


MI EXPERIENCIA COMO GUÍA DEL MUSEO: por Iria Sanz

Cuando llegué al museo, sinceramente no sabía qué esperar. Era nuevo en el instituto y si digo la verdad, me apunté sin saber lo que era, un poco a última hora, porque se habían apuntado varias compañeras mías y me habían dicho que ayudaba a subir nota. Pensaba que iba a ser una simple aburrida extraescolar, pero estaba equivocado.

En el proceso de aprender a ser guía de este museo, he cambiado mucho y he superado varios miedos que tenía. Me ha ayudado con mi ansiedad y me ha hecho aprender no sólo sobre la historia del instituto y del museo en sí, sino también sobre la historia de Madrid y de España, de cómo, aunque pasa el tiempo y cambian los métodos educativos, los estudiantes seguimos siendo iguales, y me acuerdo cada vez que miro a las vitrinas de la primera entreplanta que algunos tenían las mismas dificultades que yo con la caligrafía. Recuerdo el primer día en el que me fijé de verdad en los animales disecados, cómo algunos están extintos pero su memoria perdura, y espero ahora que el museo haga igual, después de ver a antiguos alumnos sonreír con las mesas viejas o con ver libros que usaban ellos en su infancia. Oír discursos de un hombre de 72 años que hoy en día sigue estudiando y que nos motivó a perseguir la carrera que deseásemos. Poder explicarle a niñas pequeñas datos sobre animales más grandes que ellas y que sonrían con unos dientes destartalados, y que le señalen a sus madres los pájaros que les gustan.

 En definitiva, volvería a repetir esta experiencia mil y una veces, por la gente que he conocido, las historias que he escuchado y los amigos que he hecho, y me entristece que no haya esta opción para segundo de Bachillerato, pero definitivamente vendré a visitar, y espero que muchos estudiantes nuevos de primero puedan disfrutar tanto de este viaje como yo lo he hecho.


MI EXPERIENCIA COM GUIA DEL MUSEO
El primer día que fui a patrimonio, cuando nos estuvieron haciendo todo el tour por el museo, para al viernes siguiente hacer lo mismo nosotros, mi mente estaba a rebosar de información e ilusión. Tenía miedo de no contar bien la información a las personas que venían al museo, me asustaba no saber expresarme bien, pero a medida que el tiempo fue pasando me fui soltando más y me permití disfrutar.

Un viernes de este último trimestre, cuando yo ya confiaba en mis capacidades, vino un señor mayor de unos ochenta y pico años que era un alumno del centro, mientras íbamos subiendo por la escalera imperial, entre vitrina y vitrina me iba contando su vida: para su edad era un señor muy activo, que la semana siguiente a ese día se iba a ir a hacer un tour por Andalucía, me dijo que le encantaba viajar, visitar lugares y aprender de ellos. Cuando la visita había llegado a su fin, me retuvo un instante y me dijo: “mira te voy a decir una cosa para que no pierdas la motivación si suspendes alguna asignatura ”, entonces comenzó a contarme que cuando él era joven solo podían estudiar los adinerados y el no era uno de ellos así que el ir a escuelas y estar en contacto con la cultura y el conocimiento se le iba un poco de las manos, pero siempre tuvo ese gran sueño de hacerlo, entonces a los 30 años se inscribió en el bachillerato del IES San Isidro y comenzó a estudiar, luego fue a la universidad a estudiar psicología mientras trabajaba, porque aunque eso era muy cansado para él, sus ansias de aprender le ganaban indudablemente. A sus ochenta y pico años, sigue estudiando, filosofía concretamente. Durante toda su vida a estado sintiendo curiosidad y ganas de aprender. Es más, antes de que se fuese, me dijo que no entiende cómo los jóvenes de hoy en día podemos leer en los móviles, ya que otro de sus sueños  siempre fue tener una estantería gigantesca llena de libros, afortunadamente también cumplió ese sueño. Ahora, todos los días se levanta de la cama y lo primero que hace es leer un libro y antes de irse a dormir por la noche, también vuelve a leer.



Esa conversación hizo que me olvidase de la importancia de las notas y preocuparme por aprender y mantener siempre viva la llama de la curiosidad. Levantarme con ganas de aprender y acostarme con esas mismas ganas. Esto es lo que me ha enseñado el museo y la gente maravillosa que acude a él para impregnarse de la historia que guardan las paredes de nuestro instituto.

Carolina de Castro.







Apreciar la historia

Visita al museo virtual accesible

Al inicio de curso nos ofrecieron ser parte de la actividad de patrimonio, esta consistía en ser guía del museo de nuestro instituto no tenía mucha idea de cómo iba a ir la cosa, pero al llegar el primer día nos explicaron que simplemente teníamos que enseñar el museo a la gente que venía a verlo y por ello Rafa nos hizo una guía y nos entregó unos documentos para que aprendiésemos datos interesantes del museo y luego pudiésemos contarlos.

A pesar de ser un viernes por la tarde que al principio no me hizo mucha gracia, terminé descubriendo que me gustaba mucho esta actividad, no solo aprendía hablar en público con gente desconocida, sino que también aprendía cosas de mi instituto que anteriormente no sabía. Y no solo eso, sino que también tenía la oportunidad de compartir todos estos conocimientos con mis compañeros y amigas de clase. 


Es una experiencia muy interesante y no solo te ayuda con las notas, sino que también te aporta cosas como persona por ejemplo como ya he dicho antes el mejorar mi capacidad a expresarme en público y a aprender cosas interesantes de mi centro escolar, cómo que varios premios Nobel estudiaron en él o varios presidentes del Gobierno.

El descubrir el museo me ha enseñado que no apreciamos realmente la historia de nuestro instituto ya que es un centro con muchos años de existencia y con mucha historia, y cómo estamos acostumbrados a estar allí todos los días lectivos no apreciamos lo increíble que es el Instituto en el que estudiamos.  
Cada vez que venía gente a ver el museo nos decían que era impresionante todo lo que teníamos allí y todas las historias de personas que han pasado por ese instituto, y realmente allí me di cuenta de que estudiamos en un centro muy importante e interesante es por eso que recomiendo mucho participar en esto, ya que te vas a llevar un aprendizaje muy grande junto con también grandes experiencias.

Kitumany Loshima


sábado, 27 de mayo de 2023

Mi Recorrido como Guía del Museo

 Como alumna de primero de bachillerato en el Instituto IES San Isidro y guía del museo, esta experiencia ha sido muy reconfortante y agradable para mí. Desde el momento en que comencé a desempeñar mi papel como guía, sentí una mayor conexión y cariño hacia el instituto.

Durante mis visitas he tenido muchas experiencias interesantes y anécdotas curiosas con los visitantes. Una vez, mientras explicaba los detalles de una de las piezas, un niño pequeño levantó la mano y me hizo una pregunta sorprendente, así como ingeniosa e imaginativa. Fue muy bonito ver cómo el museo podía despertar la curiosidad y la imaginación en los más jóvenes. Estas interacciones con los visitantes, ya sean niños, jóvenes o adultos, me han permitido desarrollar habilidades de comunicación efectiva y adaptabilidad, aprendiendo a adaptar mi lenguaje y explicaciones según la audiencia.

Cada visitante es único y tiene diferentes intereses y niveles de conocimiento y comprensión. Y través de estas experiencias, aprendes aún más a ser paciente y comprensiva, para que todos se sientan cómodos para hacer preguntas y expresar sus opiniones.

Además, esta actividad me ha aportado un sentido de responsabilidad y compromiso por una actividad y fin común. Así pues, me ha enseñado a ser disciplinada y organizada en mi trabajo, y a desarrollar habilidades de investigación y síntesis.

Sin lugar a duda recomendaría esta actividad a los alumnos del próximo curso. Ser guía del museo no solo te permite adquirir conocimientos sobre el instituto y la historia, sino que también te brinda la oportunidad de desarrollar habilidades comunicativas, de investigación y de trabajo en equipo. Es una experiencia que fomenta la confianza en uno mismo, el pensamiento crítico y la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones. 

Celia Medina


MI EXPERIENCIA COMO GUÍA DEL MUSEO

Como guía de museo, mi experiencia ha sido verdaderamente enriquecedora y gratificante a nivel personal. Cada viernes tengo el privilegio de sumergirme en la fascinante historia del instituto, y compartir ese conocimiento con los visitantes. Ver el interés y el asombro en las personas que vienen a visitar el museo es algo que me llena de alegría y me impulsa a seguir creciendo como guía.

Esta labor como guía de museo me ha aportado mucho más de lo que podría haber imaginado. No solo he adquirido un conocimiento profundo sobre mi instituto, sino que también he desarrollado habilidades de comunicación. Cada visita es una oportunidad para conectar con una persona diferente, lo que ha ampliado mi perspectiva y me ha enseñado a adaptarme a diferentes formas de interacción.

Recuerdo que una vez mientras guiaba a un grupo de personas, entre ellas resultó haber un señor que estudió en el instituto hace muchos años. Nos pusimos a conversar y compartimos recuerdos y anécdotas, siendo ambos alumnos del mismo instituto, pero en diferentes épocas, creando así un vínculo especial entre generaciones. Fue interesante ver cómo las dinámicas y las actividades escolares han evolucionado, generando así una reflexión sobre los nuevos enfoques educativos.

Recomendaría encarecidamente esta actividad a los alumnos del próximo curso. Ser guía del museo del instituto brinda una oportunidad única para aprender y enseñar de una manera creativa y estimulante. Les permite tanto adquirir conocimientos valiosos sobre la historia de su propio instituto cómo desarrollar habilidades de investigación, comunicación y trabajo en equipo. Además, les brinda la oportunidad de compartir su pasión y entusiasmo con otras personas, creando así un ambiente de aprendizaje colaborativo y enriquecedor. 

Eva Ramos 

jueves, 26 de mayo de 2022

Museo con diversión


La asignatura de Patrimonio será una de las que más echaré de menos el año que viene ya que es una en la cual me lo he pasado tan bien y he vivido tantas aventuras con mis compañeros que jamás podré olvidar.

Como olvidar el día en el que a principio de curso nadie quería entrar ya que aún eran los primeros días y no lo conocía mucha gente y un grupo de universitarios nos hizo el favor de entrar para que así nos valorasen positivamente y hacernos amigos de ellos hasta el punto de salir de fiesta con estos mismos o el día que nos toco hacer una presentación toda en francés ya que era una familia extranjera del sur de Francia y tanto yo como mis compañeros tuvimos que ingeniárnoslas para dar toda la guía del museo en este idioma o lo mismo nos paso con otra familia americana la cual nos quiso pagar al final de la guía pero rechazamos su dinero y les recomendamos ponerlo en el buzón de donaciones. 



También recuerdo el día en el que vino un antiguo alumno del instituto y nos contó toda su experiencia de cuando era joven y todo lo que había cambiado desde entonces enseñándonos incluso el álbum escolar el cual traía con el y en el cual pudimos reconocer incluso hasta algunos profesores. Por último me gustaría decir que es una experiencia única la cual le recomiendo a todo el mundo ya que no es solo el presentar el museo es el poder interactuar con la gente que te cuente recuerdos de cuando estudiaban allí o de la época en la que se utilizaban ciertos objetos que tenemos en el museo por no decir el gran tiempo que pasaras con tus amigos y lo entretenido que será.

Ziyad Moussa

Conociendo mi Instituto

Como alumno nuevo que llegué al instituto, me resulto bastante sorprendente en la matrícula la opción de presentar el museo, aunque bueno, lo primero que me impactó fue que tuviese museo. Me daba curiosidad ver como era y me parecía interesante la idea de presentarlo, pero he de admitir que mi motivación principal no era tan pura: la verdad es que, estando en bachiller, tratando de rascar nota como sea para entrar en la carrera que quiero (la cual no es baratita), mi mayor motivación fue la de subir nota y es muy posible que no me hubiese apuntado de no ser por ello. Esta subida de nota; sumada al buen rato que pasas al reunirte con gente de tu clase y conocidos y amigos de otras, a los que igual no ves tanto por las mañanas; ha convertido esta actividad en la mejor forma para conocer mi nuevo instituto.



Tardé un tiempo en ir por primera vez porque no me había aprendido la historia de todos los objetos que se exponían a lo largo de esas Escaleras Imperiales, creo que le tuve demasiado miedo: al final la mejor forma de aprendérselo es mediante la práctica. Recuerdo que mi primer día, fue como visitante: quería ver cómo o hacían y me realizaron la visita unas compañeras de clase, aunque acabé exponiendo un poco de lo que me sabía yo también. A partir de ese viernes fui todos los que pude, e incluso no se si algún trimestre hice más de los necesarios.


A lo largo de mi experiencia como guía del museo he realizado todo tipo de exposiciones a todo tipo de personas: gente que simplemente pasaba por ahí y vio el cartel, turistas extranjeros, exalumnos y profesores… Algunas personas incluso sabían mas que nosotros: una vez, por ejemplo, llegó un geólogo que cada vez que le abría la boca para explicarle la vitrina con la colección de minerales y rocas del museo me tenía que corregir algo; otro ejemplo es un profesor de historia de la educación en la Universidad Complutense que vino para ver “el instituto más antiguo de Madrid” y conocía muchos de los materiales educativos expuestos. Este tipo de visitantes son los que hacen que se inviertan los papeles haciendo que el guía se convierta en guiado y, el que en un principio iba a dar, acabe recibiendo, aprendiendo así algo nuevo que utilizar en próximas visitas. También se deben destacar los antiguos alumnos y profesores que han pasado por nuestra visita guiada, a uno incluso le sorprendimos con un broche como regalo de cumpleaños. Esta clase de visitantes nos contaban numerosas anécdotas sobre su tiempo aquí, y reconocían muchos de los objetos expuestos, con los que ellos mismos habían estudiado: libros, cuadernos, y lo que todo el mundo destaca son las escaleras y el claustro.



El museo ha sido una experiencia sorprendentemente entretenida, que además te ayuda a subir nota, se la recomiendo a todo alumno de bachillerato, ya que no te roba apenas tiempo y es divertida, aparte es una rentada brutal para la media.


Diego de Miguel Morillo

VIERNES EN EL MUSEO

 VIERNES EN EL MUSEO

*Referencia a las películas de noche en el museo

El instituto San Isidro, el más antiguo de toda España, el que una vez fue el lugar de aprendizaje y educación de importantes figuras literarias, políticas y de la interpretación, además de 5 presidentes del gobierno y 4 premios Nobel. Se trata de un instituto que contiene demasiada historia como para caer en el olvido, razón por la que se creó el museo en el instituto, del cual he tenido el placer de ser guía durante el último curso escolar.


Desde la experiencia personal y habiendo participado en otras actividades educativas optativas tales como debates y concursos de emprendimiento, puedo afirmar que exponer el museo resulta la actividad más completa de todas las que alguna vez haya realizado, pues siendo guía del museo no solo se enseña, también se aprende: de la propia historia del instituto, de las anécdotas de antiguos alumnos que desean volver a ver el lugar donde una vez estudiaron, de profesionales que vienen a dar charlas científicas… Pero no solo se aprenden conocimientos científicos, también valores, en mi caso la organización y la constancia, pues al vivir relativamente lejos del instituto debía tener planeado el tiempo del que disponía antes de salir de casa tras volver de clases, y a pesar de que inicialmente el ir 5 días al trimestre pueda suponer un esfuerzo, con el tiempo se va convirtiendo en un hábito.

De todo lo vivido a lo largo del curso escolar me gustaría remarcar una anécdota ocurrida durante mi servicio como guía del museo:


Esta consiste en la visita de Juan Pedro Rodríguez, un exalumno del instituto que deseaba ver el museo; junto a unos compañeros, aprovechamos su visita para hacerle una entrevista, durante la misma nos habló del docente Pedro Puig Adam, desde cómo eran las relaciones entre alumnado y profesorado de la época hasta los didácticos juegos con los que pretendía despertar la ciencia de sus alumnos. Poder conversar con una persona que había vivido una época tan distinta a la mía y conocer cómo era la educación en aquel entonces fue una experiencia realmente sorprendente.

Tras ejercer un año como guía del museo puedo afirmar que escoger esta actividad es una gran decisión, a los nuevos alumnos les recomendaría apuntarse, más aun si estos son nuevos en el centro como fue mi caso, pues la asignatura de patrimonio, además de todo lo que me ha permitido aprender, me ha servido como una herramienta social: el pasar varios días al mes con los mismos compañeros y tener que cooperar con ellos para enseñar el museo acaba creando lazos, pues es enseñando el museo donde yo he conocido a algunas de mis actuales amistades.

Héctor Gil Martín. Alumno de 1ºBTO


EL MUSEO Y YO


Mi experiencia como guía en el IES San Isidro simplemente puede ser descrita como única. 

Creo que me ha aportado muchos conocimientos y enseñanzas muy variadas,  como desde historia hasta biología. A parte de hacerme consciente del amplio y rico patrimonio que tenemos en el San Isidro, cada visitante aportaba información nueva, de esta manera aprendía y  me culturizaba de temas muy diversos a la vez que me entretenía y me lo pasaba muy bien. 


Ser la guía de un museo desde luego te ayuda a practicar la oratoria, es decir, desenvolverte al hablar delante de personas y sin duda ampliar mucho vocabulario.

Apuntarse a patrimonio es una buena manera de conocer a gente y hacer amigos. En mi caso, he forjado una gran amistad con dos compañeros.

También es muy bonito y complaciente ver cómo la gente se interesa en lo que les estás contando. Por ejemplo, en  la última visita que di, vino una señora (por las fechas de San Isidro) que no venía a Madrid desde la pandemia. Desde inicios de la visita mostró un gran interés por la guía y también se aseguró de explicarnos algún que otro estante ya que varios de los objetos que se encuentran en el museo los había utilizado. Estuvo durante toda la visita comentando datos que no sabía y dando consejos y lecciones de vida que nunca olvidaré. Agradeció muchísimo la guía y le alegró saber que multitud de jóvenes están interesados en estudiar y formarse.



Sin duda alguna, recomendaría a los alumnos que se apunten a patrimonio, pienso que es una oportunidad única y valiosa por ampliar conocimientos, hacer amistades y aprender a divertirse mientras se realiza una actividad escolar que requiere de responsabilidad.


                                                                           Julia Agüero García 1º Bach B


martes, 24 de mayo de 2022

Patrimonio

 Mi experiencia como guía del Museo por Cristina Campos

            Como experiencia ha sido diferente al resto, me parece una actividad entretenida y única dado que el museo del instituto es algo que no se suele tener en cuenta apenas, y como estudiante de ciencias biológicas, ver los microscopios, los animales disecados o el cuerpo humano por partes es algo que no se puede hacer de normal. Nuestro instituto tiene mucha historia y me parece una buena forma de aprenderla y enseñarla al resto, y darle un buen uso a un museo que muy poca gente conocía antes de esta actividad.

 



Como alumna que ha estado en el San Isidro toda la ESO, lo había visitado una vez, ahora lo he visitado varias y he aprendido cosas que antes no sabía cómo la historia de los jesuitas en el instituto. Algo a lo que se le debería dar más visibilidad son las piezas de papel maché hechas a mano hace años, dado que llevan mucho esfuerzo y son muy bonitas.

 

            He aprendido tanto de lo que nos han enseñado como en las visitas, por ejemplo, un día vinieron unos señores que habían estado en el instituto hacía 40 años, y nos empezaron a contar sus experiencias, sus métodos educativos, y muchas cosas que eran iguales que las expuestas en el museo.

 

            Otra cosa de la que hemos aprendido que nunca nos habían contado, es la historia del pozo, las catacumbas o la capilla, que es muy bonita pero que siempre está cerrada. Y este año, hemos tenido el honor de abrirla ciertos días al público.

 

            Otra experiencia que nos ha aportado el museo es la feria de ciencias. Un ingeniero vino a explicarnos ciertos mecanismos y circuitos para más tarde mostrarlos en el IFEMA. Una feria donde pudimos ver otras cosas científicas y alguna artística.

 

            En conclusión, como experiencia me ha parecido muy buena y la recomiendo del todo, además, es una oportunidad única para participar en excursiones, mejorar los idiomas dado que hemos tenido que hacer alguna visita en francés o inglés y para aprender cosas de la historia de nuestro instituto.

Mi experiencia en el Museo

 Mi experiencia en el museo La actividad de patrimonio siendo guía del museo ha sido una experiencia que me ha gustado bastante pese a que al principio del curso no tenía yo muy claro si apuntarme o no, ahora definitivamente la recomendaría, ya por que es una actividad en la que con que te esfuerces un poco es fácil sacar buena nota, que es principalmente lo que nos interesa a muchos estudiantes de bachillerato. Esta actividad me ha hecho pasar buenos ratos con gente que apenas conocía de otras clases, es también una buena actividad para conocer gente, tanto de otras clases como los visitantes que están muy interesados en las explicaciones del museo que damos. Una de las cosas que más me ha gustado ha sido poder conocer bien el instituto ya que antes solo conocía lo que todos conocen de sobra, las clases, las instalaciones, la biblioteca… pero realmente el museo no lo conocía bien y gracias a esta actividad he tenido la oportunidad de descubrir nuevas cosas.

 Mi parte favorita del museo es de la que ya hice el trabajo en los anteriores trimestres y es la que se encuentra en la entreplanta de la primera y segunda planta, esa parte habla sobre los microscopios y hay una parte interactiva en la que puedes ver las muestras que hay expuestas.


Una de mis partes favoritas de la actividad fue también, los primeros días en los que nos presentamos entre los compañeros del museo para aprenderlo y hacerlo más fluido



viernes, 13 de mayo de 2022

Un instituto común, con una historia no tan común.

Me llamo Theo, soy alumno de primero de bachillerato, y este año he tenido la oportunidad de

presentar el museo del Instituto San Isidro. Un instituto con más de 600 años de historia, que
ha enseñado a numerosas generaciones de alumnos, algunos de los cuales han conseguido 
realizar grandes hazañas y conservamos sus expedientes en nuestro museo.


A lo largo de este año, numerosas personas han asistido a nuestra guía y puedo asegurar, que
la mayoría quedaron maravilladas. Han venido franceses a aprender nuestra historia,
asturianos que se maravillaron por nuestros animales y unos brasileños muy interesados por
nuestros antepasados. Casi toda la gente que vino quedó asombrada con todas las cosas que
contiene este museo.

Personalmente, he tenido todo tipo de experiencias, los primeros días no sabía todos los misterios que 
contienen las vitrinas, pero ahora que ha acabado el año he descubierto todos los secretos que alberga 
cada vitrina. Me acuerdo de una vez que vinieron unos asturianos que habían sido cetreros se sabían el 
nombre y las cualidades de cada una de las aves que tenemos disecadas en la planta de arriba. Aquel día 
mi compañera y yo recibimos una clase magistral de aves, y los asturianos quedaron sorprendidos con la enorme cantidad de animales e historias que tenemos en el museo. ¡Hasta nos dejaron una 
reseña!


Por último, me gustaría dirigirme a los alumnos que van a cursar primero de bachillerato en los 
próximos años. Decirles que no se pierdan esta oportunidad y los animo a reemplazarnos como 
guías del museo.

Las láminas de dibujo realizadas por estudiantes

 En el Instituto San Isidro contamos con una interesantísima colección de láminas de dibujo realizadas por estudiantes a partir de 1858 y ha...